miércoles, 1 de febrero de 2012

Errante entre los bosques...

M.ª Dolors Lancharro (Terrades):   Muga de Les Escaules, Alt Empordà, 2011

6 comentarios:

Montse dijo...

Este banco sí que es lindo, entre los árboles, en un otoño cálido y lleno de matices.
Es un banco para leer, para relajarse, para contar historias.

Besitos :)

giovanni dijo...

Buenos días Montse, qué gusto encontrarte aquí en el paisaje de mi juventud. Felizmente he traído un libro, "La pequeña casa en el bosque", de Laura Ingalls Wilder, uno de los libros favoritos de mi juventud que he releído de adulto y de que leeré con mucho gusto las primeras páginas otra vez antes de escuchar una historia tuya (de la juventud o lo que sea) y después te contaré la mía tal vez inspirada por la tuya.

Besos

Galatea dijo...

Ideal para meditar, para musitar tiernas promesas, para acariciar la piel amada, para agradecer tanta belleza.

Montse dijo...

Amigo Giovanni, no he leído ese libro pero me suena el nombre de Laura Ingalls de "La casa de la pradera" una serie antigua de la tele ¿ Es la misma, tal vez?

Te contaré una historia:
De pequeña mi abuela me contaba cuentos, ya sabes, cuentos de los de siempre. Cuando tuve a mi hija empecé a rebuscar en mi memoria aquellos cuentos para contárselos, pero curiosamente, a medida que se los iba relatando me daba cuenta de que ya no tenían el mismo sentido.
Comprendí que hay cosas que sólo se pueden ver con ojos de niño, por eso, a veces soy como una niña pequeña que se entusiasma ante cualquier tontería.

Ahora espero tu historia, jeje...

Un abrazo!

giovanni dijo...

Ay, la mía, Montse... De momento tengo ninguna, mientras que de padre pedido de contarle un cuento al pequeño se me salieron las historias como me salen las notas de mi guitarra, y nos es que mi guitarra o mis guitarras son especiales que cuentan sus melodías por si solas, sin tocar las cuerdas con tu dedo, pero había una guitarra que hacía justamente eso: cantaba sin que nadie la tocara... Pero para que eso ocurriera debían haber circunstancias especiales y solo pasó cuando había luna plena...

-Ah, papá, cuéntame sobre esa guitarra, le dijo su hija.

Bueno, así más o menos se me salieron las historias cuando mi hija Belle, que actualmente está andando con su mochila en Laos, estaba en su cama. Sin pedirlo a mí, después de contarla un cuento inventado le acariciaba sus brazos y el frente de su cara y, dentro de poco dormía o fingía de dormir...

Sí, esa serie de tele debe haber sido en la serie de libros de Laura Ingalls de que el libro del bosque es el primero.

Un abrazo!

PS: creo que el secreto de poder contar cuentos inventados en el momento, es simplemente dejar correr tu fantasía. El cuento sobre la guitarra que podía cantar sin tocar sus cuerdas, brotó en el momento de empezar este comentario. (Nunca antes he contado una historia semejante, sobre ningún instrumento) Escribo de manera asociativa.

Montse dijo...

Gracias, Giovanni, por tu cuento inventado "in situ", me ha gustado mucho.
Razón tienes, que hay que dejarse llevar por la imaginación y escribir o relatar todo aquello que se nos ocurre.
Un abrazo.